lunes, 15 de julio de 2013

Complicar lo incomplicable.

Todo está bien, no hay nada fuera de lugar.
Los días transcurren, uno tras otro, sin que nada malo ocurra.
Al cabo de unas semanas, te das cuenta de que algo no va como se esperaba. Esa tranquilidad comienza a hacerse monótona. Todo parece igual, todo es predecible, nada es complicado.
Entonces... ¿Por qué te detienes y decides que algo no funciona bien?
Quizá busques algo más de complejidad en tus días, algo que pueda hacerlos inolvidables, que los haga especiales, dignos de recordar, que te haga volver a ser tú.
Pero, por más que busques dentro de ti, eres incapaz de encontrar ese "algo" que haga que los engranajes de tu cabeza y de tu corazón se muevan con soltura.
Y, aunque te hayas dado cuenta, aún no es demasiado tarde. Cambia tus días, haz cosas nuevas, lee, pinta, sueña, haz tiempo mientras esperas a tu propio "algo".


Intenta ser feliz.


Aqua.